viernes, 30 de noviembre de 2012


LA ESTACIÓN TERMINAL Y UN SWITCH

Jack Vettriano – The Look of Love?
Sé que el amor selecciona sus ciudades, cada pasión escoge su casa, su forma de caminar por los pasillos de su propio laberinto, o su forma de oprimir el switch para apagar las luces. Así también deberíamos poder apagar  nuestros pensamiento, nuestra racionalidad. También sé que hay un pórtico hipnotizador en cada labio. Existe una escalera sin números llena de pequeñas grietas, por donde se filtra una breve luz que ilumine la verdad del horror. Cada sueño tiene formas distintas de inventar corazones o pronunciar los nombres al contestar el teléfono. Cada ilusión busca siempre la forma de tapar su sombra desnuda, con los lienzos apropiados para el cuadro.

Hay un día en el calendario, con el nombre oculto de una mujer que nos aguarda en el final de la historia. Detrás de cada calle hay un rencor deseable, un arrepentimiento tardío. En todo corazón hay una cicatriz que no sanará jamás. El amor tiene un nombre diferente para cada uno de nosotros y lo podemos escribir de diferentes formas para designar al ángel que deseamos.

Así que ahora, me voy por un momento de la vida y les aviso: un día regresaré; tal vez mañana, quizá después; porque también sé que cada tiempo necesita de su desdichado y el de ustedes, el tuyo, quizá sea yo.

Pareciera que acaban de ingresarme en este vagón, el 1553, o a esta ciudad, a esta especie de sanatorio, a esta casa de salud; y sin embargo, aquí nací y seguramente aquí moriré, a pesar mío. ¿Cuántos años más duraré aquí? En fin, a quién le puede importar. Tú eres joven y seguramente ya estarás siendo otra persona: “…es tan corto el amor y es tan largo el auto engaño ”. Qué digo el auto engaño  lo imbécil de uno cuando se enamora. Desde hoy, prefiero el lirismo, la soledad, la tristeza, la observación exacta del problema, el pensamiento y la lengua bien ubicados; por supuesto, los amores baratos, las relaciones exprés; tanto así que me planteo el futuro en este crucigrama que no logro resolver.

¿Te escribiré un libro en La Estación Terminal? Un libro en el que resuelva  el misterio de las mujeres asesinadas, y el de los extravíos de mis amigas imaginarias. Un libro que permanezca abierto, que no languidezca en la parsimonia perezosa del olvido. Un libro en el que las frases transiten como si fueran mis ojos, o como si fueran un paraje extraño con libros de álgebra empapados en sangre y secándose en sol mientras son observados por turistas austriacos. O mejor un libro para ver un parque lleno de gente leyendo y que la gente fuera mexicana, si mexicanos desacostumbrados a estos inconvenientes de que les tomen fotografías mientras leen.

No, no haré nada que se parezca a una mancha olvidada en el paisaje. Pero debo advertir, en ese libro y en ese hospital, habrá un vagón para enfermos  terminales como nosotros, y una habitación,  la 1553 destinada para asesinos. Y claro, para nosotros los inconformes con la realidad, gente preocupada por el arte y todo aquello que le estorbe a este mundo. De vez en cuando, habrá una observación estúpida, una piedra que se desprenda de uno de estos muros en los que ahora estoy auto-encerrado, por ser incongruente con el saludo transmitido por los racionales de la ciudad, por los habitantes de la ciudad, seres humanos horribles, que más parecen institutrices de esas que no dejan en paz a los niños a ninguna hora del día. Mientras yo escribo esto, ya ha pasado del mediodía, tú duermes con una tranquilidad  capaz de no escuchar todas las consignas; pero en tu sueño ha una reserva al buen humor, quizá la clave de todo esto, esta en oculta en la primera línea de la narración como si se tratará del primer verso que escribe uno, para que el poema entre en movimiento como por arte de magia, o en la primera frase con que uno comience a escribir la historia.

2 comentarios:

  1. Sería fabuloso el libro Marco, claro de vez en cuando hacen falta los colados para animar las fiestas.

    Me gusta tu prosa ensimismada. Es como ver los labios de una mujer mientras habla y nos cuenta cosas sorprendentes. Los diálogos le darían mucha agilidad, aunque menos intimidad quizá, es cuestión de elegir.

    Te he enlazado en mi barra izquierda de paradoxia, cuando gustes allí te puedes ver y es allí donde veo tus actualizaciones.

    Un abrazo.

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  2. Gracias Bety! Tus palabras me reconfortan... Más adelante hay diálogos... Estoy revisándola,este blog me ayudará a ordenar la versión final...

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